La propuesta de RainDropz! me gusta bastante más que la que hizo en 2011, cuyo sonido ya estaba más que quemado. Es una buena puesta al día que tendría que haber llegado... eones antes. Por otra parte, la de Ryan T. flojea demasiado porque, tras años y años clamando por que los BPM dejaran de caer de una dichosa vez, este estilo, que ya nació con falta de fuerza de por sí, los aumenta en demasía innecesariamente.